La poderosa oración del profeta Elías

Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel y que yo soy tu siervo, y que conforme a tu palabra he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Señor, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, Señor, eres Dios, y que no tienes con volver su corazón. Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y lamió el agua que estaba en la zanja. Cuando el pueblo lo vio, se postraron todos con sus rostros, y dijeron: El Señor es Dios! El Señor es Dios! – 1 Reyes 18:16 39

Un siervo es alguien que sirve a su Señor. En otras palabras es un esclavo. Cuando alguien es llamado el siervo de Dios, esto indica que esa persona sirve a Dios. Aquí está la clave para nuestra oración es verdaderamente agradable a nuestro Dios y Padre. Servir al Señor. Así sucedió con el profeta Elías. Elías era verdaderamente un hombre que servía al Dios de Israel y, por tanto, el Señor respondió a las oraciones de él. Es como la palabra nos dice: Elías era un hombre como tú y yo. Así que si Dios oyó el profeta Elías También escuchará a aquellos que tienen la actitud y la forma de vida que Elías había hecho.

Cuando el Señor está al servicio de un señor justo y bueno no se siente como un esclavo, sino hijo o un viejo amigo de la familia, como la amistad es el respeto y el amor que el Señor en relación con su amigo. Por lo tanto, podemos decir que en este caso sirve quieren agradar y hacer que su Señor contento porque lo hace no sólo por obligación. Y sí por gratitud y amor.

Claramente se puede decir que este tipo de relación es una relación basada en el amor mutuo, en primer lugar, del Señor a su siervo, que debido a su gran humildad y el amor no tiene en cuenta el siervo como esclavo, sino como un hijo o un amigo. Y entonces el amor del siervo, que en realidad se siente realmente como un hijo o amigo y no como un simple sirviente.

Así que, para que nuestra oración puede ser agradable a Dios nuestro Padre, es importante que nos convertimos en verdaderos siervos del Señor. Aunque no necesitamos considerar sólo siervos inútiles, porque nuestro Dios de amor, a través del sacrificio increíble de nuestro Señor Jesucristo, Él honra y nos levantó en la condición de sus hijos y amigos:

Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. – Juan 15:15


Habla la verdad, que nuestro Dios es un Dios maravilloso ¿no? Es por eso que lo amamos y hacemos todo lo posible para complacer a él más y más. La palabra de nuestro Dios nos enseña acerca de lo que tenemos que hacer por nuestro amor que es verdaderamente agradable a nuestro Dios de Amor:

El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él. – Juan 14:21

Bueno, sólo dejarse guiar por nuestro Dios en lo siguiente:

Si decimos que verdaderamente amamos a nuestro Dios, entonces debemos guardar sus mandamientos. ¿Y cuáles son los mandamientos que nuestro Dios de amor nos ha dejado?

Leemos los mandamientos del Señor con mucho cuidado y con mucho amor. Son de importancia fundamental para nuestras vidas:

Los Diez Mandamientos:

1 – No tendrás dioses ajenos delante de mí.

2 – No has de hacer a ti ninguna imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo ni en la tierra debajo o en las aguas debajo de la tierra. No inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

3 – No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque Jehová no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

4 – Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios. No voy a hacer obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.

5 – Honra a tu padre ya tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor tu Dios te da.

6 – No matarás.

7 – No cometerás adulterio.

8 – No robarás.

9 – No has de falso testimonio contra tu prójimo.

10 – No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su culo, ni cosa alguna de tu prójimo.

Éxodo 20: 1-1

Jesús también nos dio un mandamiento nuevo. Ver:

Un mandamiento nuevo os doy: que améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. – Juan 13:34

Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo os he amado. – Juan 15:12

¡Es eso! Esta es la forma correcta de amar a nuestro Dios de amor. Si lo hacemos de esa manera estaremos acercando muy poderosa que tenemos nuestras oraciones respondidas, así como con el profeta ungido Elías. Porque:

Por eso os digo que todo lo que pidáis en la oración, creed que lo recibiréis, y tenerlo aquí. – Marcos 11:24

Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis. – Mateo 21:22

Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. – Juan 14:14

No me habéis elegido, sino que yo os elegí, y os he puesto para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé. – Juan 15:16

Ese día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo que todo lo que pidáis al Padre, yo te lo daré en mi nombre. – Juan 16:23

y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. – Juan 14:13

De igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos qué hemos de pedir como conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos. – Romanos 8:26

Y el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque, de acuerdo a la voluntad de Dios intercede por los santos. – Romanos 8:27

Usted todavía no cree que a continuación, escuchar lo que el Señor Jesucristo tiene que decir:

Todas las cosas son posibles para el que cree. – Marcos 9 17:23

 De cierto os digo que cualquiera que diga a este monte: Levántate y échate en el mar; y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, que será hecho a él.

Marcos 11:23


De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, que también hará las obras que yo hago, y hará mayores que éstas; porque yo voy al Padre;
y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. – Juan 14:12 14

El Señor Jesús nos enseña que el secreto para realizar maravillas y prodigios sólo por la fe en Dios el Padre y Él también.

Tener fe es creer, tener fe no es la duda ni por un momento que Dios el Padre y del Señor Jesucristo son fuertes y lo suficientemente potente como para hacer cualquier cosa que necesitamos para nuestra vida o nos preguntamos a la vida de otros.

Por lo tanto, la fe es la clave de todos los logros de los seres humanos. No por tener fe en él o lo que, falsamente, el mundo viven en la puesta. La fe verdadera es aquella en la que ponemos todo nuestro corazón, mente, inteligencia, voluntad, emoción, el deseo, el sentimiento y necesidades en las manos victoriosas de Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo y el Espíritu Santo de Dios.

Para Dios el Padre y del Señor Jesucristo a tomar posesión y control de nuestras vidas, primero, tenemos que vaciarnos de nuestra incredulidad, debilidades y dudas y creer solamente que Dios el Padre y del Señor Jesucristo puede y hará cualquier cosa para hacer maravillosamente todos los deseos de nuestros corazones.


Amen y Gracias a Dios.

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