La prosperidad es un regalo de Dios

17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y una nueva tierra; y no hay memoria de lo que precedió, ni entrar en la mente:
18 Pero alegrarnos y regocijarnos siempre en lo que creo; Yo traigo a Jerusalén alegría, ya su pueblo gozo.
19 Y me alegraré con Jerusalén, y la alegría de mi pueblo; y nunca ser escuchado en la voz del llanto, ni clamor, voz.
20 No habrá más niño de días, ni viejo que no ha llenado sus días; para el niño morirá de cien años; pero un centenar será considerado maldito.
21 Y edificarán casas y las habitarán; y plantarán viñas y comerán su fruto.
22 No edificarán para que otro habite; no plantarán para que otro coma; porque los días de mi pueblo serán como los días de los árboles, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos: – Isaías 65:17 al 22

El pueblo de Dios son un pueblo próspero. La prosperidad es un don de Dios a sus hijos. Nuestro Dios es el dueño de todo lo que existe en la tierra nunca sería feliz de ver que su pueblo a través de las diversas necesidades.

Muchos piensan que la prosperidad es tener ríos y un montón de dinero. La prosperidad es tener una vida bendecida en todos los sentidos, no sólo en términos de dinero. Tener la riqueza no se necesita, es tener salud física y mental, tiene la alegría es para disfrutar de las cosas buenas de la vida y tienen una gran cantidad de vibración y el coraje para vivir. Haga que la prosperidad es tener lo suficiente para mantener todo lo que quieras. Esa es la prosperidad.

La riqueza es tener montones y montones de dinero. Pero el hecho de que una persona tiene un montón de dinero no significa que sea una persona feliz. ¿Cuántas veces hemos oído hablar de la gente que tenía mucho dinero pero no tenían la salud ni la alegría de disfrutar de los placeres que el dinero podía proporcionar.

Riqueza es acumular muchas posesiones que a menudo no ser disfrutados por la persona que ha acumulado, pero para la gente que Dios elige para disfrutar. Puede parecer extraño, pero así es como la Palabra de Dios nos enseña.

19 ¿Qué pasa con el hombre a quien la riqueza y la riqueza que Dios ha dado, y poder disfrutar de ellos, para recibir su parte, y goce su trabajo; esto es don de Dios.
 Eclesiaste 05:19

24 No hay nada mejor para el hombre que comer y beber y hacer que su alma vea el bien de su trabajo. Vi que esto también viene de la mano de Dios.
25 Porque ¿quién comerá y quién se disfrute. mejor que yo?
26 Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador toma el trabajo, por lo que el rastrillo y amontone, para dar al que agrada a Dios: También esto es vanidad y aflicción de. – Eclesiastés 2:24 a 26

Permanecer en la Paz del Señor Jesucristo

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