Mensaje del Evangelio del perdón

Padre! con todo mi corazón me gustaría pedirle perdón. Muchas veces me llaman, pero me hizo un punto de no oír su voz. Yo estaba haciendo lo que quería. En mi cabeza yo era la persona más miserable y despreciable del mundo. En mi egoísmo yo estaba bastante seguro de que no era nadie y nadie le importaba.

¿Con qué frecuencia tiene usted me aconseja que no debo trilhasse tal o cual manera, pero mi rebelión hecho un punto de no escuchar lo que estaba diciendo. Lo que realmente quería era ser feliz. Mientras el mundo diría que mi felicidad dependiera de mí, me fui a pelear. Yo estaba feliz. Me drogó, he utilizado la siguiente, mentí, prostitutas I, robé e hice tantas cosas hoy en día, veo cuánto eran absurdas.

Tanto es cerrar los oídos a sus palabras dulces y amorosas acabé dándome mal. Y fue un día de gran sufrimiento y abandono encontré un extraño que me dijo cosas maravillosas acerca de usted. Al principio yo era sospechoso porque pensaba que lo que me estaba diciendo que todo era fantasía de la cabeza. Cualquier cosa de un fanático y abitolada personas. Después de todo nadie podía ser así. Nadie!

Con el tiempo me me acercaba y en poco tiempo también estaba disfrutando más y más de ustedes. Todavía estaba un poco sospechoso, sin embargo, un día muy especial mi corazón estaba especialmente abrumado por su gracia y se rindió una vez para darse cuenta de su gran amor.

¿Cómo sucedió esto?

Nunca pude imaginar que nadie sería capaz de renunciar a tanto para mí como para mi vida. Pero el Señor pudo. Y cuando me enteré de que no podía ponerse de pie y cae en una interminable llanto. No fue un grito de dolor, sino de admiración y adoración. No podía soportar ver que podría existir en el mundo como el amor:

16 Porque tanto amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. – Juan 3:16

No pude resistirme y me hizo mucha ilusión pensar lo mucho que el Señor sufrió al ver que el Señor Jesucristo, su único hijo, amado y adorado por usted, sufría dolores terribles, la humillación y el abandono físico y emocional total, porque de la gente como yo.

Las personas que no aceptan ni reconocen. Las personas que ni siquiera saben el tamaño de su amor sublime para nosotros. Las personas que saben lo que dicen, las personas que no tienen la más mínima conciencia de su infinito amor por cada uno de nosotros.

Padre, gracias por no abandonarme. Padre, gracias por haber estado con el Señor Jesús para que yo pudiera tener una nueva oportunidad y una nueva vida en la resurrección gloriosa de su amado hijo. Señor Jesucristo, Gracias por haber sufrido mis dolores ti. Gracias por haber soportado las humillaciones que eran míos y, finalmente, le doy las gracias inmensamente por morir mi muerte.

Padre, gracias por amarme tanto.

Amen y Gracias a Dios. Estancia en la paz del Señor Jesucristo

Mire También: