Jesús quiere sanar nuestros corazones
La curación de los diez leprosos
11 – Jesús continuaron viajando a Jerusalén y pasó entre las regiones de Samaria y Galiléia.12 – Cuando estaba entrando en una aldea, diez leprosos fueron a su encuentro. Se detuvo longe13 – y gritó: – ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros 14 – Jesús los vio y dijo: – Ve y pide a los sacerdotes que examinará. Se fueron por el camino, que eran curados.15 – Y cuando uno de ellos que era un samaritano, vio que estaba limpio, volvió alabando a Dios en voz alta.16 – se arrodilló a los pies de Jesús y le agradeceu.17 – Jesús dijo: – Los hombres que fueron sanados era diez. ¿Dónde están los otros nueve 18 – ¿Por qué sólo este extranjero volvió a alabar a Dios 19 – Y Jesús le dijo ,? – Levántate y ve. Usted está sanado porque tenía fe. Lucas 17:11 19
¿Por qué sólo este extranjero volvió a alabar a Dios? Él le preguntó a Jesús.
Jesús se entristece cuando buscamos sólo para recibirle en nuestra propia casa, el coche, la sanidad, los negocios, el matrimonio, el empleo, la promoción, su novio se mueva en un concurso … ¡Por fin! Cuando buscamos sólo para recibirlo algo. Cuando tratamos de recibir las bendiciones que Él tiene para nosotros.
Jesús no le importa que nos bendiga. Él se deleita en hacernos felices. Pero a él le gusta mucho más cuando buscamos la benevolente. Jesús no quiere vernos lejos de Él. Él quiere tener una relación más cercana con nosotros. Jesús se entristece cuando Él señala que el 90% de las personas que buscan, están interesados en sus propios intereses y no en lo que mejor sabe: la vida eterna con Él.
Jesús quiere que nos fossássemos diferente. Pero él no quiso que actuar como lo hacen la mayoría de las personas que, después de su dolor y sufrimientos eliminados, no regresan ante Él para adorarle. Él no nos querría actuamos como lo hicieron los nueve leprosos que no regresaron. Él no sólo quiere sanar nuestro cuerpo, él quiere sanar nuestros corazones. Él quiere tomar desde dentro de cada uno de nosotros todo egoísmo, la codicia, la autosuficiencia, la incredulidad y todo lo que nos deja manchados (as) ante Él y el Padre. Él quiere quitar de nuestro corazón todos nuestros pecados. Él quiere liberar y purificar nuestro corazón de todo lo que nos hace estar lejos de la Santísima Trinidad. En ese día, hay en la carretera que conduce al templo, diez leprosos fueron curados de la lepra, pero antes de que Jesús sólo una tuvo la gratitud y la sabiduría para volver y recibir de Él la curación completa de su corazón.
Un gran abrazo y estar con Dios
Edilson Rodrigues Silva