Receta para la felicidad

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La palabra de Dios para hoy vamos a aprender cómo Dios protege, guía y sostiene los que escuchan sus palabras y las pone en práctica.

El Señor le dijo a Elías: 3 – ¡Fuera de aquí, ir hacia el este y se esconden por el arroyo de Querit, al este del río Jordán. 4 – Vas a tener que beber agua de la corriente; y enviaron a los cuervos llevar comida a usted allí. 5 – Elías obedeció al Señor y fue y habitó cerca del arroyo de Querit. 6 – Se bebió agua del arroyo, y cuervos vino a traer el pan y la carne cada mañana y cada tarde. – 1 Reyes 17: 2-6

Dios le dijo a Elías que hacer una cosa y Elías no se inmutó, obedeció con prontitud lo que el Señor le había dicho que hacer el recorte. Aunque parecía raro que el orden de Dios, no Elías murmuró, no disputa ni duda. El profeta en el momento confirmó la orden del Señor. Aquí hay un gran secreto: sólo Dios puede guiar y sostener la vida de la persona que escucha su palabra y la pone en práctica. Aquellos que creen en la palabra de Dios, verá cosas asombrosas suceden en su vida. Es como la Biblia dice:

 "Lo que nadie vio ni oyó, y lo que nunca nadie pensó que podría suceder, esto es lo que Dios ha preparado para los que le aman." – 1 Corintios 2: 9

Y eso es exactamente lo que pasó. El profeta Elías escuchó la Palabra de Dios, de inmediato obedeció al Señor, y él fue apoyado de manera impresionante por los cuervos enviados por el Altísimo. Cuando obedecemos a Dios, Él da órdenes para que no te pierdas nada por nosotros. Él es el Dios de la protección. Es el Dios de la providencia. El Señor es el Dios de todo el oro y toda la plata. Nuestro Dios es el Dios de la vida abundante y feliz. El Señor nunca abandona a su elegido. Él nunca fallará en nuestra comida y no espiritual todo lo que es importante para que vivamos felices y satisfechos. Así que nuestro Dios dice:

Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen '"- Lucas 11:28.

No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol Smite; porque lo que se compadece de ellos llevarán ellos y llevarlos en silencio las fuentes de las aguas. – Isaías 49:10

Ese es el secreto. Esa es la receta para la felicidad eterna: Siempre permanecer muy cerca de Dios para escuchar con atención lo que dice, y lo puso en práctica.

Un gran abrazo y estar con Dios

Edilson Rodrigues Silva

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