Viene a mí, todos ustedes que están cansados, dice el Señor, 19 de julio

Isaías 26: 7 – 9, 12. 16 – 19

El camino de las personas derechas es fácil; tú, oh Dios justo, haces plan el camino por donde andan. Oh Jehová, seguimos el camino de tus leyes y en ti ponemos nuestra esperanza; nuestro mayor deseo es conocerte y pensar en ti. Con todo mi corazón, quiero estar contigo de noche; con todo mi ser, procuro conocer tu voluntad. Pues, cuando juzgas y castigas al mundo, tus habitantes aprenden lo que es justicia. Oh Jehová, tú nos haces prosperar; todo lo que conseguimos es hecho por ti. Castigaste a tu pueblo, oh Jehová; en nuestra aflicción, oramos a ti. Como una mujer que está dando a luz se tuerce y grita de dolor, así estábamos nosotros por causa de ti, oh Jehová. Nosotros sufrimos dolores de parto y nos torcemos, pero no dimos nada a la luz. No conseguimos ninguna victoria para nuestro país, ni hicimos aumentar el número de personas en la tierra. Los muertos de nuestro pueblo volverán a vivir; sus cuerpos resucitarán. Los que están en el mundo de los muertos despertarán y cantarán de alegría. Como el rocío que tú envías da vida a la tierra, así de dentro de la tierra los muertos saldrán vivos.

 

Salmos 101 o 102: 12 – 20

Pero tú, oh Jehová Dios, eres Rey para siempre; todas las generaciones futuras te recordarán. Tú te levantarás y tendrás pena de Jerusalén. Ya es hora de tener compasión de ella, la hora correcta ya ha llegado. Aunque esté destruida, tus siervos la aman; ellos tienen compasión de ella, aunque esté arrasada. Las naciones temerán al SEÑOR; todos los reyes del mundo temerán su poder. Cuando el Señor vuelva a construir Jerusalén, él mostrará su gloria. Él oirá a su pueblo abandonado y escuchará su oración. ¡Que eso quede escrito para que nuestros descendientes sepan lo que el Señor Dios ha hecho y para que lo alaben a aquellos que aún van a nacer! De su lugar santo, en las alturas, el Señor miró; del cielo él miró a la tierra para oír los gemidos de los prisioneros y liberar a los que habían sido condenados a la muerte.

 

Mateo 11: 28 – 30

Viene a mí, todos ustedes que están cansados ​​de cargar sus pesadas cargas, y yo les daré descanso. Sean mis seguidores y aprendan conmigo porque soy bondadoso y tengo un corazón humilde; y ustedes encontrarán descanso. Los deberes que os exijo de ustedes son fáciles, y la carga que yo pongo sobre ustedes es ligera.

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