SU FE PUEDE SI, HACER USTED EMAGRECER Y PERDER PESO

Usted sabía que usted puede utilizar su fe para adelgazar? Sí, es eso mismo. Su fe, y confianza en Dios, puede sí, ayudarte a adelgazar, perder peso, tener más salud, y calidad de vida. Sigue este vídeo hasta el final, que voy a revelar para ti, como es posible.

Está escrito en Santiago 1: 5 que, si alguien tiene falta de sabiduría, esa persona debe pedir ese don a Dios, que Él lo bellosamente lo dará. Mi querida amiga, y mi querido amigo, su proceso de adelgazamiento por medio de la fe, antes de cualquier cosa, debe comenzar con una oración. Entre en la presencia de Dios y, en el nombre glorioso del Señor Jesús, haga una oración al Padre.

Pida a él, darle el don de la sabiduría. Sabiduría para usted saber pedir. Sabiduría para que tengas fuerza de voluntad. Sabiduría para que usted tenga disciplina y perseverancia, y para que usted haga todo lo que sólo usted, puede realizar por su vida. Después de pedir a nuestro amado Dios la sabiduría pida también que Él envíe a su vida, el Santo Espíritu de Él. Para que Él, nuestro Divino Ayudador, derrame sobre todas las áreas de su vida, el don de la templanza, o del dominio propio.

Cuando una persona consigue unir la sabiduría, el dominio propio, y la fe se convierte en una persona virtuosa, bastante disciplinada, y muy fuerte. Una persona que es capaz de alcanzar cualquier objetivo. Y esto se aplica también, al proceso de adelgazamiento, o perder peso de manera significativa.

Está escrito en Hebreos 11: 1 que la fe es la certeza de que vamos a recibir las cosas que esperamos, y la prueba de que hay cosas que no podemos ver. Mi querida amiga, y mi querido amigo como vimos en la palabra de Dios, la fe, es la certeza absoluta, de que ya hemos recibido de nuestro amado Dios, algo que, en oración, pedimos que él realizara en nuestras vidas.

Creer, tener fe, tener disciplina, enfoque, resiliencia, superación, sabiduría y perseverancia, son puntos extremadamente importantes en este proceso de adelgazamiento, y perder peso, por medio de la fe. Sin embargo, también está escrito en Santiago 2:14 que, no sirve de nada decir que tiene fe, si esa fe no viene acompañada de acciones concretas. Una fe sin obras, sin actuar de hecho, es una fe muerta. Es una fe que no produce resultados.

Mi querida amiga, y mi querido amigo, ponga hoy su fe en acción. Sea una persona fuerte, determinada, y con mucha sabiduría. A cada instante profetize en su vida. Siempre que puedas, o recordar, Imagínese como una persona más delgada. Visualice en el pensamiento todos los días, entrando en la tienda y comprando ropa con uno, dos, o incluso más números más pequeños que su número actual.

Es eso. Ejercite mucho su fe, haciendo profecías a su respecto, usando su creatividad e imaginación, teniendo pensamientos positivos, y ya conmemorando la realización, de todos los deseos de su corazón. Hazlo todos los días, pero nunca olvides poner tu fe en acción.

Colocar la fe en acción, no es sólo afirmar, tener pensamientos positivos, o imaginar ciertas cosas sucediendo, y conquistas que se hacen realidad en su vida. Todo eso, es muy importante. Pero tener una fe fuerte, y poderosa es principalmente, arremangar las mangas y hacer que las cosas sucedan.

Tener una fe poderosa, es hacer que esta fe, de hecho, traiga resultados verdaderos para su vida, eso requiere que usted cambie sus hábitos, su manera de pensar, y su manera de actuar. Una manera excelente de poner esta fe en acción es usted ya a partir de hoy pensando y, principalmente actuando de hecho, como una persona más delgada que, por los ojos de la fe, usted ya lo es.

Siendo así mi amada y mi amado, si usted realmente usó su fe, con coraje, y determinación, usted ya es una persona más delgada. Sin embargo, no se olvide jamás de poner su fe en acción, y actuar activamente también como una persona más delgada, pensando, controlando, ejercitándose y, principalmente, alimentándose como una persona magra.

Mi querida Amiga, y mi querido amigo. Estamos seguros de que, por la fuerza, y por el poder da su fe en el Padre, usted ya es una persona vencedora y más delgada.

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