ES POSIBLE SI, RECONQUISTAR SU AMOR, EL VERDADERO AMOR NUNCA ACABA

Aquel plantón estaba siendo la peor noche de la vida de María Clara. Ella estaba muy triste, y profundamente abatida. ¿Sabías que, incluso después de una pelea muy fea, del término de una relación, o de la separación, una pareja puede sí, volver a ser muy feliz? Esto es posible sí, porque para un amor verdadero, siempre existe el tiempo, el perdón, y la posibilidad de un nuevo reanudamiento.

En el caso de que se trate de una persona que no sea de su agrado, que no sea de su agrado,

Aquel plantón estaba siendo la peor noche de la vida de María Clara. Ella estaba muy triste y abatida. En el hospital, pacientes, médicos, y compañeros de trabajo, todos percibieron que ella, no parecía en nada, con aquella técnica de enfermería, amorosa y simpática que todos estaban acostumbrados a ver.

Lo que no sabían, es que más o menos unas cuatro horas antes de ir al trabajo, frente a una universidad, había tenido una discursión bastante fea con su novio. Hubo un desentendimiento grave entre ellos después se convirtió en una discursión, y terminó en una pelea, con mucha agresión verbal, de ambas partes.

Todas aquellas palabras agresivas y humillantes, que fueron dichas allí, en el calor del momento, todavía estaban resonando fuerte, en la mente, y en sus sentimientos. Todo lo que Fernando había dicho, y hecho, aún estaba golpeando muy fuerte y dolorido en el corazón de ella. Ella todavía estaba oyendo a Fernando decir: llega María Clara. Para mí, ahora llega. Usted se está volviendo loco. No hay más que enamorarse o quedarse contigo. Estás enfermo. No quiero vivir con una mujer perturbada, y pelear, como tú. ¡Suma de mi vida! ¡No quiero más saber de ti! Me olvido porque, por mi parte, te olvidar. ¡Suma de mi vida!

María Clara y Fernando se habían conocido hace unos cinco años, cuando los dos frecuentaban la misma escuela de segundo grado. En el comienzo, como toda pareja apasionada, todo era muy hermoso: bellos sueños, mensajes llenos de cariño, regalos, promesas y maravillosos planes para un futuro lleno de unión, amor y felicidad.

El tiempo fue pasando, y la pareja se fue, cada vez más unido, y feliz. Todos admiraban, y algunos incluso envidia, cuanto ellos estaban unidos y felices. Realmente, era una pareja muy bonita. Ellos hacían casi todo juntos. Iam al parque, a la academia, al curso de inglés, e incluso a la iglesia. Todos admiraban el hermoso amor que los dos jóvenes compartían.

Sin embargo, toda esa alegría y felicidad comenzaron a desmoronarse, cuando Fernando entró a la facultad de administración. Fernando era el tipo del chico que le gustaba mucho estudiar. Él era ese tipo de chico muy buena gente, simpática, divertida, comunicativa. Un tipo legal, atento, aquel tipo de persona que le gustaba ayudar a todo el mundo, y que casi todas las personas les gustaban.

¡Hasta ahí, todo bien! Al final de cuentas, María Clara, también se había interesado, y gustado inmediatamente del mozo, justamente por él ser quien él era. Y a causa de su manera tan bacana. El hecho es que, aquella nueva vida de universitario de Fernando, había causado profundos cambios en la vida del niño, en la vida de María Clara, y en su relación. Principalmente, en lo que se refería al tiempo en que pasaban juntos.

Fernando conoció a nuevas personas. Asumió nuevos compromisos. Hizo nuevas amistades. Y, a causa de eso, muchas veces acabó dejando de quedarse con la novia, para hacer trabajos académicos, participar en reuniones, encuentros con la clase, dedicarse y estudiar fuerte para las pruebas. María Clara estaba muy acostumbrada, con Fernando que ella conocía antes de la universidad. Ella quería que todo continuara con la unión, con el entendimiento y con la vida feliz, que ellos tenían antes de su novio, y de su relación, cambiar tanto.

Todo había quedado más difícil para ella. Ahora, ya no tenía la seguridad, la alegría, y la felicidad de antes. Ella vivía triste, insegura, con la autoestima baja, y encolada. Comenzó a coger fuerte en el pie del chico, implicar con las amistades, con el juego de fútbol, ​​con los nuevos amigos y, principalmente, con las muchas amigas de la universidad.

María Clara, no quería ser así. Pero ella no sabía, y no podía hacer nada diferente de eso. Ella ya no podía controlar. Cuando el teléfono del novio tocaba, ella ya se ponía brava. Quería saber quién estaba llamando. Lo que la persona quería. Ella vivía completamente insegura. Vigía día y noche, la aplicación de mensajes, y cualquier otro movimiento del chico en las redes sociales.

Durante más o menos ocho meses, Fernando intentó eludir la situación. En el caso de que se trate de una persona, En el comienzo, él hasta que hallaba bonito todos esos celos de María Clara. Pero el hecho es que, con el tiempo, aquella situación fue saliendo del control y, lo que antes era una moderada demostración de amor y bien querer, pasó a ser un verdadero tormento en la vida del muchacho.

Con todo aquello de negativo que estaba sucediendo, Fernando ya no estaba más feliz, al lado de la novia. Eran muchas peleas, desentendimientos y mucha persecución. Fernando quería paz. Quería tener una relación equilibrada, llena de complicidad, compañerismo, y que proporcionase a los dos la oportunidad de ser personas más realizadas, y felices. Y no era eso lo que él estaba sintiendo, o viendo suceder, en su vida.

Esta situación se fue extendiendo, hasta que llegó el último día, de aquella pelea en la puerta de la universidad. Ante la situación, Fernando también perdió el control. Él se burló, peleó, y decidió terminar el noviazgo. Y dijo con todas las palabras: que no quería nada más con María Clara.

Esa noche en el hospital fue una noche terrible para la chica. Ella lloró mucho. Se acordó todo el tiempo de la pelea, de las palabras duras y sufridas que ella oyó. Al mismo tiempo ella recordaba con cariño de Fernando. Ella sentía falta del muchacho, y tenía muchas nostalgia. Ella se quedaba en todo instante, recordando los momentos felices que pasaron juntos. El corazón de ella estaba completamente confundido, dolorido, y despedazado.

Los días fueron pasando. Fernando no la buscó más. Ella llamaba, él no atendía. Ella intentaba hablar con él en la calle, pero él no quería saber de ella. La única cosa que él hablaba para ella es que todo había terminado. Y que era para ella buscar a otra persona por qué, con él, ella no tenía la menor oportunidad de quedarse. Conforme María Clara fue entendiendo lo que de hecho había ocurrido, la tristeza, la nostalgia, el sentimiento de abandono, el dolor, el sufrimiento, y el sentimiento de pérdida, fueron aumentando. Ella ya no pensaba derecho, no comía, incluso sin fuerza, ella sólo salía de casa para trabajar. Sin embargo, esto se hacía con mucho dolor y sacrificio. Por ella, ella sólo quedaba en el cuarto oscuro, durmiendo, y llorando.

En la familia de María Clara los parientes y amigos más cercanos, ya sabían lo que había sucedido con la chica. Todos se unieron, para ayudar a la joven, a salir de aquella situación. Fue cuando Vera, una amiga de su madre, fue a hablar con María Clara. Vera fue a hablar con la chica porque, al cabo de unos tres años antes, había pasado por el mismo problema, y ​​había logrado superar esa situación. Cuando Vera entró en la habitación de María Clara, ella dio un fuerte abrazo a la chica, y luego comenzó a conversar con la joven.

Vera cogió su celular, localizó una oración en internet, e hizo junto a María Clara. Después de la oración la muchacha se puso más tranquila. Vera continuó conversando con la joven y dio varios consejos para que la chica logra superar esa situación. Ella tomó el celular nuevamente, y mostró a María Clara un sitio con muchos mensajes legales, y también mostró un curso que ella había hecho. Un curso que, según Vera, había ayudado mucho, y que había hecho toda diferencia para que ella pudiera soportar, y vencer, una crisis semejante a la que María estaba pasando.

Una situación muy difícil, que ella había vivido en el pasado, y que acabó llevándola a separarse del Fábio, que en la época, era su novio, y que hoy, después de que todos los problemas fueron superados, él vino a ser suyo marido.

Ella le dijo a María Clara: ¡Clarinha! Yo sé que ahora es muy difícil para usted pensar en muchas cosas, pero me gustaría que tomara un tiempo, para echar un vistazo a ese curso que hice por Internet, y que fue de fundamental importancia para que yo pudiera enfrentar, y vencer a la que fue una de las peores fases de mi vida. Fue una situación, exactamente igual, a la que estás pasando ahora. Vera se quedó aún algún tiempo conversando con María Clara y con su madre, y después se fue.

El tiempo pasó. Después de cuatro meses, durante una velada nocturna, María Clara fue a llevar unos exámenes al laboratorio que se encontraba en el segundo piso, del hospital en que ella trabajaba, cuando ella fue sorprendida en el pasillo, por la inesperada presencia de su ex novio, Fernando . El muchacho estaba allí, acompañando a su madre en algunos exámenes. Incluso con mucho temor, ella no tuvo orgullo, saludó al chico con educación, y mucha simpatía.

Ellos conversaron brevemente, y, como María Clara, estaba de servicio, ella se despidió, y volvió al séptimo piso, que era el lugar donde ella estaba trabajando aquella noche. Fernando se había quedado en el segundo piso, pero algo se movió mucho con el chico. Incluso en tan poco tiempo, Él había notado algo diferente en María Clara. En su opinión, la joven no recordaba en nada a aquella chica de hace unos meses. Ella estaba más bonita, más madura, más segura.

Por unos instantes, en el corazón de Fernando, vinieron dulces y maravillosos recuerdos del pasado. Casi dos horas después, como los exámenes de la madre de Fernando estaban tardando, él resolvió ir hasta la cafetería del hospital. ¿Cuál no fue su sorpresa, cuando pasó frente a María Clara y algunos compañeros de trabajo de ella, que iban al comedor del hospital. Todavía muy impresionado con la buena sorpresa que había tenido horas antes, con toda educación, se fue a María Clara y le pidió hablar con ella.

Se quedaron allí conversando por unos minutos y, de hecho, el chico pudo comprobar la primera impresión que había tenido acerca de la chica. María Clara realmente estaba diferente. Ella ya no recordaba en nada, aquella novia aburrida, insegura, y pelea de antes. Fernando preguntó, si ella ya estaba con otra persona, y si él podría llamar otro día para ella. Ella dijo que no estaba saliendo a nadie, y que él podría sí, llamar a ella. Como a aquella nueva María Clara, no salía de la cabeza de Fernando, dos días después, él llamó a ella.

Ellos conversaron por algún tiempo, y durante los días siguientes también. Después de dos semanas resolvieron volver a salir. Es como dice la palabra de Dios en Eclesiastés 3: Todo en este mundo tiene su tiempo. Tiempo de derribar, y tiempo de construir; tiempo de estar triste, y tiempo de alegrarse; tiempo de llorar, y tiempo de bailar; tiempo de abrazar, y tiempo de alejarse. Hay tiempo de amar, y tiempo de odiar; tiempo de guerra, y tiempo de paz.

Y también, lo que está en 1 Corintios 13: 8, el amor es eterno. ¡Sí, es eso mismo! El verdadero amor es eterno, nunca muere. El amor verdadero, aunque encubierto, por espesas capas de nubes grises provocadas por las peleas y desentendimientos del día a día. Él es como sólido. aunque no pudimos verlo, él está allí. Incluso encubierto por las oscuras nubes de la crisis, él está allí y continúa brillando con toda su luz y calor.

Fue precisamente eso lo que sucedió con Fernando, y María Clara. Fernando quedó muy impresionado con el cambio de María Clara. Él se quedó tan sorprendido que pasó de nuevo a admirar, ya desear con más intensidad que antes, aquella nueva mujer que había conquistado por segunda vez, su corazón. María Clara y Fernando volvieron a salir. Después de dos años, se casaron, tuvieron tres lindos hijos, y siguen muy felices hasta hoy.

Mi querida amiga, y mi querido amigo, si usted quiere conocer, el maravilloso curso que María Clara hizo y que posibilitó a ella, a Vera, ya tantas otras personas a realizar una verdadera transformación a su manera de pensar, de hablar, y principalmente en su forma de actuar. Usted no puede dejar de luchar por su felicidad. Tenga fe. Tenga fuerza, y crea siempre. Para Dios, todo es posible! Y si tienes la mejor orientación, todo va a ser más fácil. No pierda más tiempo, CLICK AQUÍ y venga a unirse a los miles de personas que han tenido sus relaciones, y sus vidas completamente restauradas, y felices. Un fuerte abrazo para ti. Quédate con Dios y hasta el siguiente mensaje.

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