Palabra de Dios Para Hoy

Oración buen día

Salmo 30
1 Te alabaré, oh Señor, porque me has levantado y no hizo que mis enemigos se alegraran de mí.
2 Señor, Dios mío, lloré a ti, ya me has sanado.
3 Señor, hiciste subir mi alma del Seol, me mantuvo la vida, entre los que descienden al sepulcro.
4 Cantad al Señor, oh vosotros sus santos, y alabar su santo nombre.
5 Porque su ira, Porque sólo un momento; a su favor es la vida. El llanto puede durar toda la noche; por la mañana, sin embargo, viene la alegría de la canción.
6 En cuanto a mí, me dijo en mi prosperidad nunca jamás se movió.
7 Tú, Señor, en tu favor has puesto mi monte fuerte; ocultar tu rostro, y yo estaba preocupado.
8 A ti, Señor Me gritó, y el Señor oró:
9 ¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando descienda a la sepultura? ¿Dirá el polvo alabarte? Se dará a conocer tu verdad?
10 Escucha, oh Señor, y ten piedad de mí! Oh Señor, eres tú quien me ayuda!
11 Tú mi lloro en gozo, tú has puesto mi cilicio, y me ciñó con alegría;
12 para que mi cantaré, gloria a ti, y no estar en silencio. Señor, Dios mío, te alabaré para siempre.
 
Salmos 5
1 Escuchad mis palabras, oh Señor; Considero que mi meditación.
2 Escucha la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, para ello tienes que oran es.
3 Por la mañana se oye mi voz, Señor; la mañana se me presentaré, y velar por. 4 Porque tú no eres un Dios que ame la maldad: El malo no habitará contigo.
5 Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los trabajadores de la iniquidad.
6 destruir a los que dicen mentiras; hombres sanguinarios y engañadores Señor aborrece.
7 Pero yo, por la multitud de tu misericordia vendrá en tu casa; y en tu miedo me inclino a mí mismo hacia tu santo templo.
8 Guíame, Señor, en tu justicia a causa de mis enemigos; recta delante de mí tu camino.
9 Porque no hay sinceridad en su boca; su parte interna es muy maldad, su garganta es un sepulcro abierto; halagan con su lengua.
10 declararlos culpables, oh Dios; para caer a sus consejos; échalos en la multitud de sus transgresiones, porque ellos se rebelaron contra ti.
11 Pero que todos los que confían en ti; regocijarán para siempre, porque tú los defiendes; sí, si: deja entrar los que aman tu nombre.
12 Porque tú, Señor, bendices a los justos; tú rodead él él con favor como con un escudo.

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