¿Sabe usted a esa persona de su trabajo, que usted cree tan cool? Aquella persona, que vive sonriendo para usted? ¿Qué vive jugando y buscando en su lugar de trabajo, para hablarle sobre las novedades del jefe, de la firma, y de las coles de trabajo? ¡Precaución! Esta persona puede ser alguien totalmente diferente de quien usted se imagina que realmente es.
En este mensaje de hoy, vamos a mostrar algunos consejos que le ayudar a identificar si alguien en su trabajo tiene o no, un alto potencial para ser una persona falsa. Sígueme este mensaje hasta el final, te voy a mostrar consejos muy importantes y reveladoras, que le ayudará, y para identificar este tipo de persona en su entorno de trabajo.
En el libro de Romanos 16: 18, la Palabra de Dios nos enseña que hay personas, que usan palabras suaves, elogios, y de adulación para engranar el corazón de las personas simples e ingenuas. Esto nos muestra claramente que si una persona de nuestro trabajo vive detrás de nosotros con sonrisas, bromas, golpecitos en la espalda, abrazos, elogios, y otros mimos, no es necesariamente una persona amiga, y confiable.
Dependiendo de lo que este tipo de persona lleva en el corazón de ella, ella puede estar solamente queriendo influenciar, y llevar a alguien a algún tipo de situación o camino engañoso. ¡Yo se! Este asunto es muy complicado. Pero vamos aquí, hacer un pequeño enfoque sobre este asunto tan controvertido. Al final de cuentas, cuando se trata de relaciones humanas, principalmente los profesionales, eso siempre va a ser un tema complicado porque cada persona tiene su punto de vista, y su propia manera de ver, y enfrentarse, a las situaciones de lo cotidiano.
Sin embargo, muchas personas diariamente se preguntan: ¿es posible descubrir, con certeza, si una persona es falsa o verdadera? Realmente, esa es una pregunta no encontrará una respuesta absoluta, ni tampoco fácil. Para nosotros, muchas cosas son difíciles, e incluso imposibles. Por eso, vamos a recurrir la Palabra de Dios, y observar atentamente, lo que ella nos enseña al respecto.
La Escritura Sagrada nos dice en Santiago 3:12, que una higuera no puede dar aceitunas, ni el pie de uva puede dar higos. Y además complementa diciendo que una fuente de agua salada jamás podrá suministrar agua dulce.
En Proverbios 20:12, el Espíritu Santo de Dios nos revela que incluso un niño muestra quién es, por medio de sus acciones. Y que su manera de actuar, es que va a mostrar si es o no, una buena persona. Continuando. En Lucas 6:44, el evangelista nos enseña que cada árbol es conocido por sus propios frutos. No es posible cosechar higos de un espinero, y mucho menos cosechar uvas, de las malas hierbas.
Lo que podemos concluir de esas palabras que acabamos de leer es que si existe una persona de nuestra convivencia profesional, que dice una cosa, y otra cosa. Esta persona, ciertamente, merece ser observada con extrema atención, porque ella tiene sí, un alto potencial de ser una persona falsa. Una persona verdadera es una persona más transparente. Es una persona que presenta un discurso, bastante coherente, con las acciones que es la pratíca en el día a día. Cuando una persona es buena y verdadera, produce frutos de bondad, sinceridad, de paz, de unión, de alegría, de amor, de sabiduría, y totalmente verdaderos.
Ahora, cuando la persona tiene un alto potencial para ser una persona falsa, ella dice cosas buenas, pero hace cosas malas. Las palabras de ella, hablan de Dios y de hacer el bien, pero a la hora de actuar, ella hace justamente lo contrario. Ella no mide esfuerzos para hacer chismes, calumnia de los otros compañeros de trabajo, ella promueve o apoya cualquier tipo de división en el lugar de trabajo, ella vive mintiendo, burlándose, reclamando mucho, humillando, sólo observando los defectos de los demás, y constantemente, muestra envidia con los demás compañeros de trabajo.
Si observamos bien lo que nos está enseñando la Palabra de Dios, todo queda más simple. Es mucho más fácil analizar y descubrir si de hecho, estamos caminando, y nos relacionamos con las mejores personas de nuestro ambiente de trabajo. Por eso, el Señor Jesús ya nos había llamado la atención, en Mateo 10: 16, cuando nos dijo. Yo los estoy enviando como ovejas a medio de lobos. Sean elegantes como las serpientes y sin maldad como las palomas.