Hacer esto y dejar de sufrir por amor
Hoy, te voy a revelar un gran secreto para que nunca más te quedas sufriendo tanto, a causa de un amor que terminó.
Hola, yo soy el Edinho y hoy voy a mostrar para ti un gran secreto para nunca más en tu vida, te quedas con tristeza o depresión profunda a causa de un amor, que acabó.
El dolor del amor es uno de los peores dolores que un ser humano puede enfrentar en la vida. Muchos expertos dicen que este dolor sólo es peor que el dolor de perder un hijo o una hija.
El dolor del amor generalmente es una mezcla muy grande de emociones y sentimientos. Las consecuencias más comunes son el dolor intenso, la tristeza profunda, y un gran vacío en el corazón y el alma.
Este enorme vacío ocurre, justamente porque, junto con el amor de la persona que partió, fue también con ella el corazón de la persona que fue rechazada o abandonada.
Todo esto es causado por un grave error que el ser humano siempre comete, que el de poner su corazón y espíritu en las manos de otra persona.
La palabra de Dios que está en proverbios 4:23 nos enseña cómo debemos guardar con todo cuidado nuestro corazón. Allí está escrito así:
Sobre todo lo que se debe guardar, guarda tu corazón, porque de él proceden a las fuentes de la vida.
Cuando entregamos totalmente nuestro corazón a otra persona, corremos el gran riesgo de quedarnos con un enorme agujero en el corazón y el alma.
Es justamente lo que sucede cuando la persona amada se va, y lleva con ella los mejores recuerdos, momentos, emociones, sentimientos, y también el corazón de la persona que se quedó y fue rechazada.
¿Y cuál es la gran señal para nunca más sufrir tanto, por amor?
El gran secreto es entregar su corazón a quien nunca se va. Es entregar no sólo tu corazón, sino también tu espíritu para quien nunca te decepcionará, te traicionará, te rechaza o te abandonará.
En la Palabra de Dios que está en el libro de Deuteronomio 6: 5, está escrito así: Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Cuando entregamos de verdad nuestro corazón a Dios, no corre más el riesgo de, al final de una relación, quedarnos toda la vida sufriendo o con depresión y tristeza profunda por causa de ese amor que terminó.
Es claro que, aun entregando todo nuestro corazón y espíritu a Dios, por tener sentimientos y emociones, sí, sentir el dolor de la separación, la nostalgia de la persona amada, y la tristeza de no tener más a nuestro lado aquella persona tan especial.
Sin embargo, ese breve e inevitable sufrimiento, será muy diferente de aquel del pasado. Cuando entregamos nuestra vida y corazón, y amamos de verdad, con todas nuestras fuerzas y entendimiento nuestro Dios, nunca más sucederá de una persona irse de nuestra vida, llevando con ella todo nuestro corazón porque ahora, va a estar en un lugar seguro, muy bien guardado, y eternamente protegido en la presencia y en el infinito amor de nuestro querido
Es ahí que me quedaré aquí
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Un fuerte abrazo para ti, y quédate con Dios.