Escucha esta Palabra y recibe fuerza para vencer
Ningún rey vence por tener un ejército poderoso, ni los soldados logran la victoria por su fuerza.
No son los caballos de guerra que ganan la batalla; su gran fuerza no puede salvar a nadie. Es el Señor Dios quien protege a aquellos que le temen, es él quien guarda a aquellos que confían en su amor. Salmo 33: de 16 a 18
Hoy vas a ver una palabra muy poderosa que va a aumentar tu fe, darte más esperanza, fuerza, y perseverancia para, con la ayuda del Señor, luchar y vencer todas las barreras, desafíos y dificultades de la vida.
En el Salmo 44: de 3 a 7, está escrito así: No fue con espadas que nuestros antepasados conquistaron aquella tierra; no fue con su propio poder que ellos ganaron.
Ellos han vencido con tu poder, con tu fuerza y con la luz de tu presencia. Así tú has mostrado tu amor por ellos.
Tú eres mi Rey y mi Dios. Tú das la victoria a tu pueblo. Con tu poder vencimos a nuestros enemigos y, con tu presencia, derrotamos a nuestros adversarios.
No es en mi arco que yo confío, y no es mi espada que me da la victoria. Pues fuiste tú que nos has librado de nuestros enemigos y venceste a aquellos que nos odian.
Confiar en la gran fuerza y en el tremendo poder del Dios Todopoderoso es la más sabia, inteligente y poderosa decisión que uno puede tomar en la vida. En el Salmo 20: en los versículos 7 a 8, en el Salmo 27:14 y en el Proverbio 20:22, está escrito así:
Algunos confían en sus carros de guerra, y otros en sus caballos, pero confiamos en el poder de Jehová nuestro Dios. Ellos tropezar y caer, pero nos levantaremos y quedaremos firmes. Confía en el Señor. Tenga fe y coraje. Espera por el Señor, y él te dará la victoria.
Como ya vimos en muchos otros pasajes de la sagrada escritura, nuestro querido Dios nos protege, lucha por nosotros, y por medio de su fuerte mano y Poderoso poder, Él nos da la victoria sobre todos nuestros enemigos, necesidades, enfermedades, problemas, limitaciones, barreras o adversidades.
Allí en Isaías 14:24, el Dios Todopoderoso juró así: Como pensé, así sucederá, y como lo determiné, así se efectuará.
Los pensamientos de nuestro amado Dios para todas las áreas de la vida de aquellos que confían en Él siempre son pensamientos de paz, de amor, de bien, de prosperidad, de alegría, de abundancia, de éxito y de victoria en todos los sentidos.
En Mateo 7: de 7 a 8, está escrito así: Pidáis y ustedes recibirán; busquen y ustedes hallarán; y la puerta será abierta para ustedes. Porque todos los que piden reciben; los que buscan hallan; y la puerta será abierta para quien golpea.
Siendo así, permítame ahora pedir que el Poderoso Dios de Israel, determine poderosamente todas las victorias que en ese momento, su pensamiento, cuerpo, corazón o espíritu está deseando o soñando recibir.
Padre querido, con toda humildad, fe y esperanza en su infinita fuerza y fidelidad, yo te pido ahora con toda confianza, dependencia, y certeza de la victoria.
¡Oh Dios todopoderoso, en el nombre más que vencedor del Señor Jesús, te pido Padre querido: entre ahora con toda su fuerza e infinito poder en todas las áreas de la vida de esa persona querida que ahora, está con toda fe y esperanza me oyendo , y determine poderosamente la victoria que ella o él tanto está esperando recibir.
Padre amado, desde ya te agradezco por el Señor haber escuchado y haber atendido mi humilde oración. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, Amén y gracias a Dios.
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Un fuerte abrazo para ti y quédate con Dios.