Mensaje para el Día Internacional de la Mujer I – La Palabra de Dios para hoy.

Mensaje para el Día Internacional de la Mujer I - La Palabra de Dios para hoy.

Hoy hablaremos de una mujer muy especial. Es tan especial que el Señor Jesucristo le pidió que nunca nos olvidó. Esta mujer es María, la hermana de Marta y Lázaro. Vamos a ver lo que hizo María para merecer tal consideración y honor de nuestro Señor.

Jesús en Betania, sentado a la mesa en casa de Simón el leproso. A continuación, una mujer se acercó a Jesús con una hecha de alabastro lleno de un perfume muy caro, y lo derramó sobre la cabeza. 8 – Cuando vieron que los discípulos se enojaron y dijeron: – ¡Qué desperdicio! 9 – Este perfume podía haberse vendido a precio de oro, y el dinero dado a los pobres. 10 – Pero Jesús, sabiendo lo que decían, dijo: – ¿Por qué molestan a esta mujer? Ella me una muy buena cosa hecha. 11 – Para los pobres siempre estará contigo, pero no lo hago. 12 – Lo que ella estaba perfumando mi cuerpo a mi sepultamento.13 – Te digo que esto es cierto: en cualquier lugar del mundo donde se anuncie el Evangelio, que se dirá lo que hizo, y ella será recordada. – Mateo 26: 6-13

Es probable que María debe haber estado sintiendo en su corazón el dolor y el sufrimiento de los días terribles y dolorosas que estaban por venir. Jesús había dicho días antes, y también en muchas otras ocasiones, que Él sería entregado para ser crucificado. Por lo tanto María decidió actuar. Oyó la voz de su corazón, y hacer un pequeño homenaje a la comodidad del corazón de Jesús y mostrar cuánto era amado.

No tenía miedo y no tiene miedo de hacer lo que ella había imaginado. La forma en que se utiliza para adorar y honrar al Señor Jesús estaba proporcionando el perfume más caro del tiempo para ungir el cuerpo del Señor. Para los judíos la unción con el perfume es un proceso de purificación que se realiza para decir adiós a la persona que dormía en los brazos de Dios. En este acto de purificación y de despedida también se recitan algunas oraciones y peticiones para que Dios conceda la paz a la que se iba.

Tal vez lo que María no podía predecir es que ese simple gesto de homenaje y culto, se movería mucho con el corazón de Jesús, sobre su decir a todos dejarla sola porque ella le había hecho una cosa muy buena.

Esta actitud amorosa y valiente de María está muy bien algunas de las muchas características de las mujeres de Dios, el temor de Dios, la solidaridad, la aceptación, el coraje, la compasión, la compasión, la caridad, la humildad, voluntad de servicio, cuidado y amor al Señor nuestro Dios.

Un gran abrazo y estar con Dios

Edilson Rodrigues Silva

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