Hazlo todos los días y acaba con los pensamientos negativos

La gran mayoría de las cosas que usted está sintiendo, cosechando y viviendo hoy, es fruto de alguna decisión que usted tomó allí en el pasado.

Básicamente, lo que alimenta nuestras decisiones son nuestros pensamientos. Por eso, debemos tener mucho cuidado con lo que pensamos.

Hoy vamos a ver cómo podemos luchar y vencer los pensamientos malos y negativos. Diariamente, debemos vigilar nuestros pensamientos porque el corazón del ser humano, aun cuando no está queriendo hacer el mal, él siempre está inclinado a los pensamientos negativos y la maldad.

En Jeremías 17: 9, y en el Proverbio 4:23, el Espíritu Santo de Dios nos enseña así: Engaño es el corazón, más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocer?

Sobre todo lo que se debe guardar, guarda tu corazón, porque de él proceden a las fuentes de la vida.

En Lucas 6:45, y en Mateo 7: de 21 a 22, El espíritu de Dios continúa diciendo: El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca el bien, y el hombre malvado, del mal tesoro de su corazón se quita el mal, porque de la abundancia de su corazón habla la boca.

Es de dentro, del corazón, que vienen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los crímenes de muerte, los adulterios, la avaricia, las maldades, las mentiras, las inmoralidades, la envidia, la calumnia, el orgullo y el orgullo hablar y actuar sin pensar en las consecuencias.

Es por eso que siempre debemos tener mucho cuidado con lo que pensamos. Toda nuestra vida es dirigida por nuestro corazón y pensamiento.

Y para evitar cualquier tipo de contaminación de esas áreas tan fundamentales para nuestra vida, al menor signo de cualquier tipo de pensamiento malo o negativo, debemos combatirlos inmediatamente.

Como siempre, allá en Filipenses 4: 8, nuestro querido Dios nos ha dejado una valiosa orientación para que podamos luchar contra los pensamientos malos y negativos. Aquí está escrito así:

Enchan la mente de ustedes con todo lo que es bueno y merece elogios, es decir, todo lo que es verdadero, digno, correcto, puro, agradable y decente.

Además de alimentar nuestro corazón con pensamientos y actitudes positivas, otra excelente manera de luchar y expulsar los malos pensamientos de nuestra vida es a través de la oración.

En ese caso una oración de reprensión. Para ello yo recomiendo que, al menor signo de algún pensamiento negativo, haces una oración semejante a esa:

Pensamiento mal, malo y negativo, en el nombre más que vencedor y liberador del Señor Jesús, le ordeno que usted se vaya inmediatamente, de todas las áreas de mi vida.

¡Vaya ahora! ¡Y lleve con usted, todas sus obras, y no vuelva nunca más! Amén y gracias a Dios.

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Un fuerte abrazo para ti y quédate con Dios

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