La cosecha está cerca

Pero yo os digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará,
Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza, ni por necesidad; porque Dios ama al que da con alegría.
Y poderoso es Dios para que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas, todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
como está escrito: difusión, dado a los pobres; su justicia permanece para siempre.
Y el que da semilla al que siembra y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia.
siendo enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual actúa por medio de nosotros acción de gracias a Dios. Para la administración de este servicio no sólo abastece las necesidades de los santos, sino también se desborda en muchas acciones de gracias a Dios; Estoy viendo que a través de la prueba de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; Y con su oración para ti, demostrar el afecto ardiente que usted tiene, a causa de la eminente gracia de Dios en vosotros. Gracias a Dios por su don inefable. – 2 Corintios 9: 6-15

Esta hermosa Palabra El Espíritu Santo de Dios nos está enseñando y mostrando las maravillas que Dios el Padre trabaja en las vidas de los condenados a la voluntad de servirle.

Nos estás diciendo que, si somos pequeños o grandes, si sembramos cosechamos poco a cambio es también muy cerda segaremos. Dios nos está diciendo que tenemos que aprovechar los dones espirituales y bienes no materiales, para que Él nos dijo que debemos almacenar tesoros en el cielo y no en la tierra.

El hecho de realizar o no una buena cosecha no depende necesariamente de si o no los recursos financieros. Por supuesto, el dinero siempre será muy bienvenido porque dependemos de ella para vivir y lograr muchas cosas, pero el Señor nos pide, con gozo de corazón, saber compartir con los necesitados los recursos que Él nos ha dado gratuitamente. Dios Padre también nos recuerda que Él es muy generoso con los que se dedican de todo corazón a Él y Su obra redentora y el ahorro de servir. Como él ha dicho en otras palabras, Él dará a estos buenos hijos de vencimiento y justa recompensa por tomar la decisión de trabajar en los campos de él.

Tenemos que hacer un esfuerzo para entender que Dios el Padre no nos concedió el don de ganar y nosotros nos encargamos del dinero, por lo que podría ser gastado en cosas superfluas y prescindibles, pero también lo que serviría para ayudar a aquellos que no tienen las condiciones mínimas vida ni esperanza para el futuro.

El Señor está llamando básicamente que seamos generosos no sólo en bienes materiales, sino también en el servicio y apoyo a los demás, causando alegría de corazón, un amor respetuoso y edificante al prójimo.

Otra buena obra que el Señor espera de nosotros es que somos testigos de su presencia en nuestras vidas viviendo. Podemos mostrar a los demás no sólo la gracia que Dios nos ha dado para tener fe en el Señor Jesucristo, pero podemos dejar que otras personas entienden lo que la empresa y la gracia del Poder del Espíritu Santo de Dios en la vida de un persona puede hacer por ella si ella aceptó al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador.

¡Es eso! Siempre confiando en Aquel que da semilla al que siembra, puse una mano en el arado, seguir adelante y trabajar hasta el día de la cosecha final.

Amen y Gracias a Dios. Estancia en la paz del Señor Jesucristo

Mire También: